Cada niño es especial y de gran potencial por cuanto fue creado a la imagen y semejanza de Dios. En sus primeros siete años definirá su manera de ver el mundo, la forma en que se relacionará con él y las pautas de su desarrollo emocional e intelectual. Preescolar abarca gran parte de esta etapa. Por lo mismo nos esforzamos día con día en crear un ambiente de confianza y respeto, lleno de descubrimiento y diversión, en el cual cada niño desarrolle todo su potencial—intelectual, social, espiritual y físico. Los contenidos académicos que verá y las actividades que llevará a cabo le impartirán los fundamentos de lecto-escritura, pensamiento lógico-matemático e inglés conversacional—competencias esenciales para el mundo en que vivirá. Estas bases, aunadas a su desarrollo integral como persona, le darán grandes ventajas a lo largo de su vida.